ME DI OTRO PUTAZO

Durante la pandemia me caí de la escalera.

Me di un putazo bestial, se me madreo el empeine y no pude caminar bien como 4 meses.

Y con mi velocidad interna, fue de locos traer el cuerpo lento, siguiéndome detrás.

Cuando finalmente me recuperé, fui muy feliz.

El aprendizaje de ello, tuvo una introducción de AJ, quien me dijo “el universo quiere que pares ya”

Y si eso quería el universo, lo logró.

Tuve que parar.

Y este miércoles me volvió a pasar.

Me levanté, hice avenas, persecuciones de hijos con dientes, sersana de 7:10 am, mini meditación de 8:10, junta de 8:20, de 9, status de 10, Clase de Italiano 11 y a las 12:30 tenía que estar en una junta en la Roma.

Me bañe en 3 minutos, me vestí*, agarré todo lo que tenía desparramado por mi casa, compu, cables, cuadernos, libro*, bolsa uno, bolsa dos, bolsa ejercicio (4 bolsas en total), estuche de plumas, y pluma favorita – mordida – en la boca. Pedí UBER, salí disparada de casa con mis tacones rojos, dije “Hola Esteban” y me salí corriendo por la puerta de vidrio del edificio.

Pero no salí.

Reboté como sputnik, me pegué un putazo demencial en la frente y caí para atrás como Condorito, golpeándome la parte posterior de la cabeza. Mis cosas regadas por el piso, y yo llorando humillada, con un dolor real/físico.

El Poli me levantó y me puso en su silla, recogió mi reguero y me comenzó a decir,

¿Señora Sofi, cómo es posible que no me esperó a que le abriera la puerta?.

Yo llorando, le dije,

“No me dio tiempo Esteban…”

Llegó mi vecina y amiga, me abrazó, y me dijo un par de cosas importantes, mientras yo llorando le decía,

“Es que estoy cansada de andar con prisa, siempre corriendo, me falta tiempo, estoy cansada de mí, me rebaso, me lleno de cosas, no alcanza el día, ya no puedo más”

Ella me dijo que debía seguir siendo yo.

Cuando en realidad, tengo a todos encima diciéndome que deje de serlo.

Desde la mañana estaba pensando en el poema de DH Lawrence* de self protection, y cuando me calmé, pensé, por eso el universo me trajo hoy a G, con a sus palabras.

Y luego me puso algo por escrito, y lo guarde en mis notas para no olvidarlo (este es solo un pedazo):

“Alegras y das valor agregado a la existencia de muchos. Motivas e inspiras con tu liderazgo responsable y seguimiento. Recuerda esta parte de ti siempre porque está ahí, incluso cuando sientas que todo está presionando contra tus creencias fundamentales. Sigue así apasionada, porque legitimas a quienes tenemos ese espíritu inquieto y esa energía que todavía les brindamos y desparramamos como serpentinas. No reprimas tus emociones y que nadie las contamine…”

Soy yo esa, y me lo recordó alguien más.

Soy esa que se cae y se da putazos, la que quiere dialogar de inmediato, para no dejar las cosas sin arreglo, la que tiene prisa por por dejar listo todo lo importante, de todos aquellos a los que quiere, y la que sin querer – se deja ella hasta el final – y por no detenerse, fue despedida por su psicólogo.

La que grita, la que llora, la que patalea hasta quedarse dormida.

Esa soy yo.

“Quien me quiera que me quiera, y quien no que no me quiera…”

(como dice la canción).

PD: Gracias G, me llenaron de alegría tus palabras, son tan chingonas y bonitas, que siento que no son para mí, pero ese problema mío, es todavía más grave que los golpes que me doy. Mejor de eso, hablare otro día.

De mis asteriscos:

*libro: siempre cargo mi libro, y es de las cosas más absurdas que hay, pues jamás tengo un pinche segundo para leerlo y nomás traigo a lo bruto – otra bolsa extra – para que quepa.

*me vestí incompleta: me fui sin calzones, como mi hijo Diego. Y lo descubrí de una manera muy sorprendente y grata.

*El poema: Para quien tenga tiempo de leerlo y digerirlo,