Ayer Cerati me cantó un par de canciones

Ayer fue un día jodido, porque así hay algunos. Fue un día de pérdidas y fue un día de escuchar pendejadas, pero es inevitable – sin lo malo ¿cómo reconocemos lo bueno? – así que acabe el día con dignidad, me fui a casa a estar con mis hijos, que cada día me hacen menos caso, me acosté decaída, leí un poco y caí rendida hasta hoy a las 6 am.
Cuando desperté no entendía muy bien la magnífica noche que había pasado, amanecí y me puse de inmediato – a recordarla y escribirla – porque odio olvidar los sueños importantes y este fue uno.
Soñé que Kane me daba un disco de Cerati con sus canciones favoritas, era un vinyl amarillo. Yo me emocionaba mucho con ese regalo, tan solo de tenerlo en mis manos y observarlo. Cuando llegaba a casa (o una casa) lo ponía en el tocadiscos de lo que parecía ser la recámara de alguien (creo que la de mis papás), y de pronto se me apareció Cerati – ahí mismo junto al tocadiscos – evidentemente yo me asusté mucho porque Cerati está muerto, pero por otro lado me emocione profundamente, pues me estaba cantando las canciones que sonaban, mientras se ponía a pintar una vasija, denotando todas sus dotes artísticas (no tengo idea si pintaba). Llegó un punto en el que me estaba dando miedo estar loca, quería saber si verdaderamente estaba siendo testigo de lo que sucedía frente a mi. Tomé la decisión de ir por J y pedirle que él viera lo que sucedía, pero con su puta necedad y tardanza – mientras el disco se estaba acabando – pensé “si se me va Cerati sin verlo me voy a morir” y corrí de regreso a la recamara sola, lo vi un poco más, se me salió una lagrima de emoción y luego deje de verlo.
El disco se terminó, me quede con la vasija que estaba pintada con motivos romanos.
De ahí en adelante el sueño se modifico y me llevo a un lugar distinto, no tan bueno.
Y así los días, malos y buenos, y modificándose sin avisarnos nada.
Pero soñé lo que me merecía soñar, eso lo dijo Cerati.
