Crónica de tacones II

Ayer me enoje mucho. Con todos y conmigo.
Y es que ya me está entrando mucha confusión, con todo lo que está pasando.
No saber dónde va a parar todo esto, no saber si nos vamos a recuperar, económicamente y del pinche espíritu.
Nos va a dar el síndrome de Estocolmo,

Con este #covid secuestrador.

La paciencia se me está agotando,
la cabra ya se está alborotando,
la mendiga angustia está regresando.

Esta mañana amanecí a las 6 a revisar una presentación,
misma que sucede en los próximos minutos,
estoy nerviosa porque en este momento necesitamos solo aciertos,
para @lacolectiva 

y para la puta vida.

Desperté hijos para la escuela, hice café, salté 15 minutos de cuerda,

y le escribí a Pavis para decirle que me llevaba la CH un poco, 

ella me dijo esto,
“Báñate con agua helada, respira, te pones esa sonrisa enorme y si tienes – unos tacones – tomas tu llamada y te rompes hasta el tuétano. ¿Entendiste?” 

 

Creo que entendí.
Y de chiripa encontré unos tacones color turquesa – aquí – en el palacio del encierro.


Ya me voy a mi junta,
corriendo con ellos.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *