Las mañanas

Las mañanas son mi mejor hora del día,
de hecho ahora en “las disque vacaciones” pongo el mendigo despertador a las 7:45,
así mínimo tengo una hora de silencio para tomar café, leer periódicos, pensar sin interrupciones y agarrar fuerza suficiente para hacer ejercicio.
Hay combinaciones chingonas,

y una es “el silencio con café”.

Ese café silencioso, me emociona mucho desde la noche anterior,
Pienso, 

“seguro hoy tendrás insomnio, pesadillas, también tendrás sed, y te vas a parar 7 veces al baño… pero recuerda que nomás amanezcas,
tendrás tu café y tu silencio”.

Y ahora que comento esto – de mi gusto particular por las mañanas – considero prudente escribir, que sé lo poco interesante que debe resultar mi vida,
sin duda, debes tener un “VIDON CABRON” para que la gente lo quiera leer,
eso y ser famoso, o mínimo ser “influencer”,
Y yo no soy nada de eso, ni pretendo serlo.
Pero cuando conecto, o toco “algun nervio” – de alguien – que aunque no me conozca, sintió o siente las cosas como yo, me doy por bien servida. Me emociono mucho.
Pues si nos guiáramos por el “cada quien su vida, cada quien sus gustos”,
la verdad es que nos daríamos cuenta de lo mucho que nos parecemos todos,
no somos tan originales.
pero como no nos conocemos,
no nos enteramos.

Pero aquí estoy deseosa de escuchar, como ya me ha pasado a ultimas fechas, y recibir mensajes de mujeres que no conozco, que me dicen, “yo siento idéntico que tu”
A todas ellas,
les dedico mi café y mi silencio, de hoy por la mañana.
Y a las que les de hueva, porque no soy una celebridad,
pues no me lean.
Pero no sean bullys,
no viene al caso ser maloso en esta post-pandemia.
Es muy, pero muy cansado.