No hay mar…

El mar de Miami, es de los mares que mas recuerdos me traen.
Pasé muchos años viajando de NY a MIAMI – una vez al mes -para trabajar,
y me venía siempre con mis hijos y Eva, quien me echaba mucho la mano.
Nos quedábamos siempre en en South Beach. No me importaba estar lejos de la oficina porque me fascinaba escuchar el mar,
olerlo y verlo.
Pero sobre todo, amanecer y bajar con mis dos hijos – y mi café – a la playa.
A este mar que es como una alberca inmensa.
No hay olas.
Por eso siempre podía “flotar de muerto”,
y liberar mi mente por 2 minutos “del lugar ansioso donde seguro se encontraba”…

Diego trató de hacer muerto ayer y nomas no puede,
como yo, no tiene la paciencia ni sabe relajarse.
Yo llevo años masterizando el muerto, así que cerré mis ojos y me quede flotando un rato en el agua turquesa, a la temperatura perfecta.
Hasta que escuche a lo lejos a Juli diciendole a Diego,
“Si mama sigue flotando va a llegar hasta México de vuelta”

Ya quisiera yo aguantar un mar sin abrir los ojos,
Déjate tú un mar, 

me conformo con una noche completa.
Hace mucho que no hacía muertos.
Y ayer me acordé lo bien que me hace el mar.
#Covid hace que todo se confunda, tenemos tanto hartazgo y extrañamos tanto todo, que no le ponemos orden a la lista.
Yo extrañaba cabrón la playa, no había ido.
Y estar aquí con mis niños aunque sea solo por un día, fue un gran regalo

Se me olvido decirle a Juli que seguro no hubiera llegado a México flotando,
Pues mientras flotaba, 

después de pensar en esta reflexión que les comparto,
tuve un pensamiento de los míos, 

que llegaba un tiburón a comerme,
a veces pasa eso en Miami.
Además conmigo,
no hay MAR que dure 100 años.

Pórtense bien rat @julibegne ❤🐭

 

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